Rubén Trincado se ha criado entre los fogones del Mirador de Ulia. La cocina de Rubén es tradición, familia y pasión, pero sin dejar de lado la innovación y evolución constante.
Rubén Trincado
“La cocina es mi alma, no es un trabajo, es una forma de vida”
Rubén es la tercera generación al mando de los fogones del Mirador de Ulia. Es inquieto e innovador. Aunque ha trabajado con muchas personas, sin duda quienes más han marcado su afición han sido su abuela Faustina, su padre Mitxel y su tía Mari Carmen, que han estado al frente de restaurante durante décadas.
En su cocina también ha influido su formación y todas las personas con las que ha trabajado.
Rubén sigue evolucionando, haciéndose a sí mismo hasta conformar una cocina única y sin complejos. Manteniendo la pasión por sabores y aromas tradicionales y aplicando las técnicas más avanzadas para sorprender al comensal con la composición de cada plato.
Cuando decidió dedicarse a la cocina empezó conociéndola desde dentro, pero fuera de casa: su trayectoria empieza en el restaurante Kokotxa de San Sebastián bajo la dirección de Arkaitz Muguruza, y continúa en el Bodegón Alejandro con Martín Berasategui y en el restaurante Abarka de Hondarribia. Rubén también buscó nuevos aires en el exterior continuando su aprendizaje con Didier Garbage en Las Landas, La Perouse en París o Labota en Ginebra.
Mi constante es la sorpresa, que hace que nunca me estanque
Varios chefs, una misma visión
Rubén forma parte del Colectivo Mahaia, un colectivo de diferentes chefs con una idea común y comprometidos con la evolución de la cocina vasca. Un colectivo creado para seguir mejorando la calidad y la innovación culinaria y dar continuidad así al trabajo de los padres de la nueva cocina vasca.