El Mirador de Ulia se sitúa en las faldas del monte Ulia, que se alza tras la Zurriola. Un lugar privilegiado desde el que observar toda la ciudad.
El mirador
de la ciudad
Un enclave privilegiado
La villa fue construida en 1939 por Jose Antonio Mendizabal, que se enamoró de la finca por sus vistas. Pero no fue hasta 1966 cuando Faustina Zaldua lo convirtió en un espacio de hostelería. Faustina decidió que aquel lugar tenía que ser compartido y en mayo de ese año El Mirador de Ulia abrió por primera vez sus puertas al público.
Así empezó el legado familiar, que actualmente continúa con Rubén Trincado dirigiendo, siendo la tercera generación tras los fogones. Pues su aita, su ama y su tía también estuvieron a cargo del restaurante tras Faustina.
En la experiencia gastronómica intervienen muchos sentidos, el entorno redondea y cierra el círculo
Terraza
Con vistas inigualables
Disfruta de nuestra gastronomía con un marco incomparable. Podrás observar la bahía donostiarra y, en días despejados, toda la costa gipuzkoana.
Comedor
El salón central
Un gran espacio creado con ambición y cariño, manteniendo siempre la perspectiva de sus vistas.
Jardín
Un oasis en Ulia
Un espacio precioso preparado para acoger cualquier tipo de ceremonia o evento al aire libre.